La Educación Emocional facilita:

• Mayor autoconocimiento y crecimiento personal
• Adecuada regulación emocional
• Mejora de las habilidades sociales contribuyendo a relaciones exitosas en el ámbito personal, familiar, social y profesional, desarrollando la empatía, la comunicación asertiva, facilitando la resolución de conflictos.

De acuerdo a los estudios empíricos más recientes, la Educación Emocional además actúa como prevención a determinadas disfunciones (estrés, depresión, impulsividad, agresividad, comportamientos de riesgo etc).

Existen evidencias de la relación entre emoción y salud y cómo las emociones positivas contribuyen a aumentar nuestras defensas, consiguiendo el fortalecimiento del sistema inmunitario y en definitiva un mayor bienestar personal. Se han identificado más de cuarenta enfermedades que pueden ser consideradas de carácter psicosomático (Bisquerra, Rafael (Coordinador), 2012 ¿Cómo educar las emociones? La inteligencia emocional en la infancia y la adolescencia. Esplugues de Llobregat. Barcelona. Hospital Sant Joan de Dèu).

En conclusión, son múltiples las fortalezas que pueden desarrollarse entrenándose día a día:

• Autoconocimiento
• Mejora de la autoestima
• Autocontrol, regulación emocional
• Automotivación
• Proactividad
• Empatía
• Asertividad
• Mejora de la comunicación y de las relaciones
• Actitud positiva
• Resiliencia
• Optimismo, ilusión
• Desarrollo de la capacidad de fluir

Evoluciona. Desarrolla tu inteligencia emocional.
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